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AUTOR:Díaz, Carmen Cecilia.

Mi mamá

por:Antony Browne

VAMOS A EJERCITARNOS!

Praxias Linguales

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Willy el campeón

Por;Antony Browne

Uno de tantos de mis favoritos...

Por Ivan Da Coll

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TENGO MIEDO  

Es hora de dormir.

Hay tanto silencio, que se oye el golpear de las hojas contra el cristal de la ventana.

Todo está oscuro.

Sólo unas pocas estrellas acompañan a la luna en el cielo.

Eusebio no se puede dormir. Tiene miedo.
"¡Ananías! ¡Ananías! ¿Estás dormido?" pregunta Eusebio muy bajito.

"No, aún no", responde Ananías. "¿Qué te pasa?"

Eusebio le cuenta por qué no puede dormir tranquilo.

"Tengo miedo de los monstruos que tienen cuernos..."

"De los que se esconden en los lugares oscuros y sólo dejan ver sus ojos brillantes...""De todos, todos esos que nos asustan tengo miedo."

"De los que escupen fuego..."

"De los que son transparentes..."

"De los que tienen colmillos..."

"De los que vuelan en escoba y en la nariz les nace una verruga..."

"Te entiendo", replica Ananías. "Ven, siéntate a mi lado y deja que te cuente algo", le propone.

"Sabías tú que los que escupen fuego..."

"Los que tienen cuernos..."

"Los que son blancos, muy blancos, tan blancos que parecen transparentes..."
"Los que tienen colmillos..."
"Los que vuelan en escoba y tienen una verruga en la nariz..."
"Los que se esconden en lugares oscuros y sólo dejan ver sus ojos brillantes..."
"También deben lavarse los dientes antes de ir a dormir."
"A veces no les gusta la sopa."
"Se bañan bien con agua y jabón."
"Les da miedo cuando sale el sol."
"Prefieren los helados de muchos sabores."
"Y les gusta mucho jugar a la pelota."
"¿Es cierto todo eso?", pregunta Eusebio.
"Claro que sí", responde Ananías
"¿Sabes? Ya no tengo miedo. Ahora me voy tranquilo a dormir a mi cuarto."
"Hasta mañana, Eusebio."
"Hasta mañana, Ananías."

TENGO MIEDO  

Es hora de dormir.

Hay tanto silencio, que se oye el golpear de las hojas contra el cristal de la ventana.

Todo está oscuro.

Sólo unas pocas estrellas acompañan a la luna en el cielo.

Eusebio no se puede dormir. Tiene miedo.
"¡Ananías! ¡Ananías! ¿Estás dormido?" pregunta Eusebio muy bajito.

"No, aún no", responde Ananías. "¿Qué te pasa?"

Eusebio le cuenta por qué no puede dormir tranquilo.

"Tengo miedo de los monstruos que tienen cuernos..."

"De los que se esconden en los lugares oscuros y sólo dejan ver sus ojos brillantes...""De todos, todos esos que nos asustan tengo miedo."

"De los que escupen fuego..."

"De los que son transparentes..."

"De los que tienen colmillos..."

"De los que vuelan en escoba y en la nariz les nace una verruga..."

"Te entiendo", replica Ananías. "Ven, siéntate a mi lado y deja que te cuente algo", le propone.

"Sabías tú que los que escupen fuego..."

"Los que tienen cuernos..."

"Los que son blancos, muy blancos, tan blancos que parecen transparentes..."
"Los que tienen colmillos..."
"Los que vuelan en escoba y tienen una verruga en la nariz..."
"Los que se esconden en lugares oscuros y sólo dejan ver sus ojos brillantes..."
"También deben lavarse los dientes antes de ir a dormir."
"A veces no les gusta la sopa."
"Se bañan bien con agua y jabón."
"Les da miedo cuando sale el sol."
"Prefieren los helados de muchos sabores."
"Y les gusta mucho jugar a la pelota."
"¿Es cierto todo eso?", pregunta Eusebio.
"Claro que sí", responde Ananías
"¿Sabes? Ya no tengo miedo. Ahora me voy tranquilo a dormir a mi cuarto."
"Hasta mañana, Eusebio."
"Hasta mañana, Ananías."

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             La historia del ratón Pérez

 

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Pérez era un ratón,pero no era un ratón cualquiera . Era, como todos sabemos, nada más ni nada menos que el mismísimo ratón Pérez. ¡Lo conocen, verdad? Pérez es ese ratón que se lleva nuestros dientes de leche cuando se nos caen.Si,ese.El que deja algún regalito bajo la almohada,en lugar de nuestro dientecito. ¿Se acuerdan,no?

Pues bien.Resulta que Pérez, el ratón ,tenía muy mala dentadura.Pero no siempre fue así. Cuando era un ratoncito, el ratoncito Pérez tenia dientes fuertes que usaba para comer todo el queso que se cruzaba en su camino. Lo que más le gustaba eran esos quesos grandes,con muchos agujeros . ¡Qué delicia!, pensaba.Se metía por los agujeros a devorar su plato favorito de adentro hacia afuera,hasta que no quedaban ni las miguitas.

Tan ocupado estaba comiendo, que muchas veces se olvidaba de lavarse los dientes.Los papás , los abuelos y hasta los tíos Pérez se ponían furiosos.Pero no había caso.Él se olvidaba igual. Hasta pasó lo que era de esperar.Los dientes tambíen se enojaron y se fueron. Desde ese momento comenzó a extrañarlos.Por eso,cuando se hizo ratón,Pérez se puso a coleccionar dientes de leche.El resto ya lo sabemos.Y así termina esta historia , la verdadera historia del ratón Pérez,que ahora come solamenete queso rallado.  

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                                                                                                                     Griselda Gandolfi

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Juego infantil para mejorar la comprensión lectora

 

Para que los niños comprendan bien un cuento lo mejor es escenificarlo (elegiremos uno siempre de acuerdo a su edad). He elegido una de mis poesías infantiles titulada 'El conejito que quería jugar'.  

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1. Haremos unas pegatinas con los conejos dibujados (arriba tenéis unas plantillas para recortar, pero siempre podéis dibujar vuestro propios conejitos).

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2. Ellos mismos elegirán su pegatina (tapada) sin que puedan ver el personaje elegido hasta después de leer el poema. En caso de que el número de niños sea mayor, o queramos realizar el juego en el aula, haremos grupos de cuatro y habrá pegatinas para todos. Si el número de niños fuera impar, uno hará de narrador. Siempre elegiremos un juego en el que forzosamente se necesiten más de dos niños para poder jugar. Muy importante es tener los dibujos de nuestros cuatro conejitos expuestos en algún lugar visible para que los niños no se equivoquen a la hora de buscar al compañero de juego. 

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3. Pegaremos sus correspondientes pegatinas en la frente, de tal manera que el niño vea las del resto pero no la suya. Después les diremos que todos pueden empezar a jugar al corro de la patata, pero nadie lo hará con el conejo blanco, de tal modo que el niño que tenga ese personaje se sentirá excluido por los demás del juego Seguidamente no podrán jugar con el conejo gordo, pero sí con todos los demás. Después no podrán jugar con el conejo delgado, pero sí entre los demás. Después no podrán jugar los conejos entre sí, con lo que al ser todos conejos, ninguno de ellos podrá jugar. Para terminar jugarán todos los conejos, con independencia de su aspecto físico, con lo que todos estarán integrados en el juego y se divertirán saltando al corro.

A continuación procederemos a leer la poesía, indicándoles que deberán prestar atención porque les puede tocar escenificar cualquier personaje. 

 

EL CONEJITO QUE QUERÍA JUGAR

 

Tres conejos aburridos

estaban en la pradera,

y un conejo blanco y grande 

se acercó por la ladera.

 

El primero era muy gordo

el segundo muy delgado

el tercero pequeñito

con el pelaje azulado

 

¿Vienes a jugar conmigo?

Dijo el conejo al más gordo,

y el otro al ver su color,

sin responder se hizo el sordo.

 

¿Quieres que juguemos juntos?

Preguntó luego al delgado,

y el otro al ver su tamaño

saltó pronto hasta otro lado

 

¿Quieres venir a jugar?

Preguntó al tercer conejo

¡Claro que sí! dijo alegre.

Y jugaron sin complejos.

 

Los otros dos se miraron

y aunque querían jugar,

alejándose uno de otro

se aburrieron mucho más.

 

Escenificaremos la poesía infantil y cada niño representará su personaje. Después de jugar al corro y leer el poema podemos hacer actividades del tipo siguiente:

1. El cuento se titula.

a. El conejito que saltaba

b. El conejito blanco

c. El conejito que quería jugar

 

2. ¿Cuántos conejos hay en este poema?

a. 2 conejos

b. 3 conejos

c. 4 conejos

 

3. ¿Quieres venir a jugar?, lo dice...

a. El conejo gordo

b. El conejo delgado

c. El conejo blanco 

 

4. El conejo blanco además es...

a. Pequeño

b. Gordo

c. Grande

 

5. ¿Cómo crees que se siente el conejo blanco cuando los demás conejos no quieren jugar con él?

a. Contento

b. Hambriento

c. Triste

 

6. Para terminar podemos seguir con preguntas:

- ¿Qué conejito te hubiera gustado representar?

- ¿Te has sentido bien con tu personaje?

¿Cambiarias algo de esta historia? ¿Por qué?

- ¿Es mejor aburrirse o jugar?

- ¿Qué conejitos crees que se lo pasaron mejor?

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Animaremos a los niños a hacerse preguntas y darse respuestas entre ellos. Pueden terminar por colorear los conejos según las características físicas dadas. Con este tipo de actividades haremos mucho más fácil que los niños comprend::an el mensaje.

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Tomado de https://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/lectura/juegos-para-mejorar-la-comprension-lectora-de-los-ninos/

En este mes de dulces deseos rodeados de magia, los invito a conocer a Horacio, un maravillosos gato de calle, que ama ir a la biblioteca ,él es el protagonista de una historia llena de encantos.  "Disculpe...¿Es usted una bruja?. ( Emily Horn Australiana , docente de preescolar)

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https://issuu.com/hygestion/docs/disculpe_es_usted_una_bruja

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